“El dueño se me acerca y me dice: 'Oye, ¿quieres…?
“El dueño se me acerca y me dice: 'Oye, ¿quieres ser entrenador?', recuerda Barea. Una vez que la sorpresa pasó, respondió con una pregunta. “Hombre, me encantaría, pero no sé si puedo”. Barea llamó al dueño de los Mavericks, Mark Cuban, y al gerente general, Donnie Nelson, para preguntarles si la NBA o el equipo tenían alguna regla que le impidiera entrenar en una liga separada durante la temporada baja. Mayagüez sólo necesitaba a alguien que acompañara al equipo hasta el final del calendario. “Me llamaron y me dijeron: 'Estás listo'”, recordó Barea. “Así que lo hice”.
Correo de Denver