Columna de Matt Dawson: “Nunca había visto a Inglaterra con semejante acusación”
Faltaba un año para la Copa Mundial de Rugby de 2003 y recuerdo haber ido a Australia a Twickenham.
Luego de un intento de los Wallabies, Martin Johnson nos puso a todos debajo de los postes y no estaba interesado en cargar la patada.
Estábamos detrás y lo único que le importaba era ganar terreno en los siguientes cinco minutos.
Dejó claro que necesitábamos ser más agresivos en defensa, permanecer entre los 22 australianos el mayor tiempo posible y ver si podían soportar la presión.
Tuvimos unos excelentes últimos 20 minutos y Ben Cohen anotó el try para remontar un déficit de 31-19.
La razón por la que volvimos a la final del Mundial contra Australia fue por lo que había sucedido en años anteriores.
Cuanto más difícil sea para esta actual selección de Inglaterra, mejor. Remontarse de un 12-0 en contra para derrotar a Nueva Zelanda podría ser el punto de contacto vital que utilicen en su camino hacia la próxima Copa del Mundo.
Maro Itoje, junto con otros 30 jugadores, recordarán lo que sucede en diferentes escenarios.
Vi a Itoje caminando por el túnel con el árbitro en el entretiempo, y estuvo teniendo una conversación muy madura e informativa durante todo el camino hasta el vestuario.
Si retrocedemos incluso dos o tres años, Itoje no hace eso como capitán, pero hay algo diferente en lo que aporta al equipo.
Es muy discreto con él, es mucho más fácil seguir a líderes así que a líderes abrasivos y más obvios.
A veces, estos tipos no tienen la capacidad de cubrir todas las diferentes funciones. Puedo ver cómo Itoje es capaz de adaptarse a sus jugadores.
Con el pitido final del sábado, Henry Pollock saltó sobre la espalda de Ben Earl.
Itoje simplemente le estrechó la mano, tan fríamente como nos gusta, y Pollock corrió hacia él y se besaron.
Fue como un choque sobre cómo celebrar una gran victoria, pero Itoje sabe adaptarse a sus jugadores.
El liderazgo en tiempos difíciles marca la diferencia en los partidos de prueba más importantes. Se trata de concretar esas decisiones y momentos clave.
La decisión de George Ford de marcar dos goles consecutivos justo antes del descanso es el ejemplo perfecto.
Estoy entusiasmado con esta selección de Inglaterra, porque nunca había visto a Inglaterra con tanta carga antes de un Mundial.
No creo que ningún equipo de Inglaterra haya estado en una posición tan buena en términos de fuerza y profundidad, liderazgo y capacidad individual para ganar partidos.
En general, ahora existe un marcado contraste entre dónde se encuentra Inglaterra hoy y dónde estuvo durante la última década.
Steve Borthwick tuvo que desarrollarse como entrenador de pruebas, y eso siempre llevaría tiempo.