La histórica rivalidad entre la USC y Notre Dame termina en 2026
La histórica rivalidad futbolística entre la USC y Notre Dame termina en 2026, publicado originalmente en The Sporting News. Agregue The Sporting News como su fuente preferida haciendo clic aquí.
Una de las rivalidades más famosas del fútbol universitario está llegando a su fin. USC y Notre Dame no jugarán su partido de fútbol anual en 2026, poniendo fin a una tradición que ha durado casi un siglo.
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Las dos escuelas anunciaron el lunes que no podían llegar a un acuerdo para continuar la rivalidad. En una declaración conjunta, USC y Notre Dame dijeron que comprenden la importancia de este juego para los fanáticos y el fútbol universitario, y continuarán trabajando para recuperar el juego en el futuro. Sin embargo, no se ha llegado a ningún acuerdo para la temporada 2026.
El principal problema fue la programación. USC quería trasladar el juego de rivalidad a la semana cero, que es el fin de semana antes de que comience oficialmente la temporada regular. Jugar temprano les daría a los Trojans una semana libre adicional más adelante en la temporada, lo que la USC agradece mientras se adapta a un calendario exigente de los Diez Grandes que incluye viajes largos y oponentes difíciles.
Notre Dame no estuvo de acuerdo con este plan. Según los informes, los irlandeses rechazaron la propuesta de semana cero de la USC la semana pasada, lo que provocó la ruptura de las negociaciones.
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Otro factor fue la situación de Notre Dame en el College Football Playoff. A partir de 2026, Notre Dame habría llegado a un acuerdo que garantiza al equipo un lugar en los playoffs si termina entre los 12 primeros. Los funcionarios de la USC sintieron que esto le dio a Notre Dame una ventaja competitiva, especialmente porque los irlandeses no están vinculados a una conferencia. USC también temía que perder un partido de rivalidad al final de la temporada pudiera perjudicar las posibilidades de playoffs más que una derrota al principio de la temporada.
Debido a estas preocupaciones, la directora atlética de la USC, Jennifer Cohen, estableció como requisito la semana cero. Cuando el director deportivo de Notre Dame, Pete Bevacqua, rechazó la idea, la rivalidad quedó en suspenso.
Si los equipos no vuelven a jugar hasta al menos 2030, marcaría la pausa más larga en la historia de la rivalidad fuera de la Segunda Guerra Mundial y la pandemia de COVID-19. Anteriormente, USC y Notre Dame se habían enfrentado durante 78 temporadas consecutivas. Su encuentro más reciente tuvo lugar en octubre, cuando Notre Dame derrotó a USC 34-24.
La USC ahora buscará un nuevo oponente fuera de la conferencia para completar su calendario de 2026. Los Trojans esperan jugar un partido en casa en la Semana Cero en el Coliseum, posiblemente contra un equipo que juegue en Hawaii o en el extranjero, lo que permitiría a la USC programar un juego adicional.
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Notre Dame reemplazó rápidamente a la USC y anunció un acuerdo de varios años con BYU.
La noticia conmocionó a muchos aficionados y exjugadores. La leyenda de la USC, Keyshawn Johnson, criticó la decisión en las redes sociales y dijo que la rivalidad significaba demasiado que perder en el calendario.
Por ahora, una de las mayores tradiciones del fútbol universitario está en pausa, lo que deja a los fanáticos con la esperanza de que los troyanos y los irlandeses pronto encuentren la manera de volver a verse.