La llamada de Nuno Espirito Santo en el minuto 81 vuelve a poner su toma de decisiones en el centro de atención mientras el West Ham cae ante el Aston Villa.
El West Ham United sufrió una derrota por 2-3 ante el Aston Villa en el London Stadium, dejando a los Hammers pudriéndose en la zona de descenso.
El equipo de Nuno Espirito Santo se mostró prometedor, pero los Villanos demostraron ser demasiado fuertes en el este de Londres.
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Aunque el West Ham se adelantó en dos ocasiones, Villa se defendió y consiguió la victoria.
Los villanos estuvieron mejor ese día y Nuno probablemente pueda sacar algunos aspectos positivos de este partido, pero su toma de decisiones sigue siendo desconcertante.
Después de la victoria de Morgan Rogers, West Ham tuvo que tirar los dados, pero Nuno inexplicablemente eliminó a Soungoutou Magassa en el 81 por Callum Wilson.
Si bien la jugada tenía sentido sobre el papel, cualquiera que estuviera mirando pudo ver que Magassa lo estaba haciendo brillantemente en el mediocampo.
Ganó 6/9 duelos y realizó ocho intentos protegiendo la retaguardia.
Mientras tanto, Lucas Paqueta tuvo una pésima salida. Al brasileño le costó causar impacto y debería haber sido él quien abandonara el terreno de juego.
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Paquetá perdió la posesión 16 veces (una de las cuales llevó al empate de Villa), ganó sólo 2 de 11 duelos y cometió dos faltas. Fue decepcionante y tuvo que ceder.
Las decisiones de Nuno, particularmente sus lineouts, esta temporada han sido duras, y este fue otro ejemplo.
A estas alturas de la campaña, esos estrechos márgenes importan más que nunca.
El West Ham no está impresionado. A veces son derrotados y, con demasiada frecuencia, esos momentos provienen de la banca y no del campo.
Quitar a uno de los protectores más efectivos del mediocampo y dejar en su lugar a un creador de juego fallido se sintió como un movimiento impulsado más por la teoría que por la sensación.
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Nuno resaltará con razón el espíritu y la intención de ataque, pero la intención por sí sola no mantendrá al West Ham fuera de problemas.
Los resultados son la moneda de cambio en una lucha por el descenso, y los repetidos interrogantes sobre las decisiones en el juego son cada vez más difíciles de ignorar.